Había dos formas de trabajo infantil durante la revolución industrial: Los
aprendices de parroquia y los niños que trabajaban gratis. Los aprendices de
parroquia eran niños huérfanos que estaban bajo el cuidado del gobierno
británico. Los dueños de las fábricas les proporcionan vivienda y alimentos a
cambio de su trabajo. Estos niños no recibían ningún tipo de compensación
monetaria. Los niños que trabajaban por salarios muy bajos ganaron el título de
niños que trabajaban gratis, algunos tenían 5 años y trabajaban en fábricas y
minas de carbón. Debido al crecimiento de las fábricas textiles, un gran número
de niños trabajaban en fábricas de algodón en donde pasaban la mayor parte de
su tiempo en habitaciones con muy poco aire fresco y nada de ejercicio. Los niños
también eran contratados para trabajar en fábricas de manufacturas como
deshollinadores y cocinando ladrillos.
Condiciones de trabajo
El trabajo en las fábricas era un "refugio" para las familias que
no les quedaba otra opción para no tener que sufrir hambre o directamente la
muerte. Los padres confiaban en los ingresos de sus hijos y veían a la fábrica
como una oportunidad para sobrevivir. La mano de obra de fábrica consistía en
tareas manuales repetitivas. Los niños trabajaban en fábricas que eran
insalubres y eran expuestos a productos químicos tóxicos y regularidad. Los
niños que trabajan en fábricas de manufacturas, entraban en contacto con altos
niveles de fósforo, lo que provocaba que sus dientes se pudran. Algunos niños
murieron a causa de la inhalación excesiva de vapores de fósforo que despedían
estas fábricas. En las fábricas de algodón, los niños generalmente manejaban
maquinaria peligrosa lo que provocaba que tengan graves lesiones y accidentes.
Otros se caían dentro de las máquinas dormidos por trabajar durante una
cantidad excesiva de tiempo eran aplastados por peligrosas máquinas con las que
trabajaban. Los niños que trabajaban en las minas de carbón a menudo morían a
causa de las explosiones y lesiones.
Horas de trabajo
La mano de obra industrial no estaba regulada y los niños formaban parte de
este trabajo extremadamente agotador, trabajando entre 12 y 19 horas al día,
seis días a la semana, con un descanso de 1 hora. No era raro que los niños
comenzaran su jornada laboral a las 5 AM y trabajaran hasta las 10 PM. Tampoco
se les permitía usar relojes y los empleadores de las fábricas se aprovechaban
de esto para manipular el tiempo para hacer que los niños se quedaran más
tiempo trabajando en la fábrica fuera de su horario regular de trabajo